Dada la creciente alarma social que se esta registrando en los diferentes medios de comunicación y redes sociales sobre la seguridad en las intervenciones de cirugía estética, he decidido crear esta entrada en mi blog para dar información objetiva al respecto y hablar sobre los riesgos del intrusismo en cirugía estética.
En los últimos días se ha conocido el fallecimiento de una paciente en España tras la realización de una cirugía estética por un médico que no poseía la titulación en cirugía plástica. Me gustaría enviar mis condolencias antes que nada a su familia. Que ocurran desgracias como esta, se debe sobretodo al intrusismo en las especialidades médicas, que en España hoy por hoy, no está regulado.
Indudablemente los riesgos en una cirugía existen y siempre existirán, pues el riesgo cero solo es posible si no se realiza la intervención. La forma lógica por tanto de minimizar riesgos es saber elegir al profesional. En el caso de la cirugía estética, siendo una cirugía electiva, o sea que el paciente elige libremente realizarla, el miedo a que aparezca una complicación parece aún mayor, pues aparece el pensamiento social de que dicha cirugía “no es necesaria”. Sin embargo, me consta que la cirugía estética bien realizada y basada en unas bases de seguridad y ética, cura el alma de nuestros pacientes.
¿Entonces, qué se puede hacer para minimizar los riesgos en las cirugías estéticas?
La respuesta es siempre la misma, ponerse en manos de profesionales con una ética demostrada y que tengan la titulación especifica quirúrgica qué les habilite para realizar determinados procedimientos. Ponerse en manos de un profesional con ética, te garantiza que nunca te someterá a un procedimiento quirúrgico del que no vayas a obtener ninguna mejora en tu calidad de vida y además sabrá reconocer sus limitaciones, no realizando nunca un procedimiento quirúrgico para el que no se encuentre formado
En nuestro país, se reconoce el intrusismo médico como la realización de un procedimiento médico sin tener la titulación de medicina. Por tanto, cualquier médico, puede realizar un acto quirúrgico sin que se pueda tildar de “intrusismo”. Es evidente que la falta de legislación demuestra que se actúa de buena fe, pensando que ningún médico se atrevería a realizar un procedimiento quirúrgico para el que no está preparado y que ponga en riesgo la vida de un paciente. Está falta de legislación justamente es la que crea el problema, pues no todos los médicos manejan esa base ética y se ha visto sobretodo en el campo de la cirugía estética, que algunos médicos se pueden sentir capacitados para realizar procedimientos quirúrgicos estéticos sin tener la especialidad quirúrgica que le habilita para ello.
En España, la especialidad en “Cirugía Plástica, Reparadora y Estética” es la única que forma a los médicos desde la residencia para realizar procedimientos estéticos, siendo por tanto los únicos que en el nombre de nuestra titulación incluimos la palabra “plástica” y “estética”. Por tanto, ningún otro especialista es cirujano plástico, ni cirujano estético. La utilización de dichas denominaciones, solo son formas de generar confusión en los pacientes.
El especialista en cirugía plástica, reparadora y estética, realiza una formación vía MIR durante 5 años en procedimientos quirúrgicos en los que adquiere los conocimientos fundamentales para realizar cualquier cirugía estética con seguridad. Además de que a lo largo de dichos 5 años amplia sus conocimientos en estética con formaciones específicas y que continúan de forma permanente tras adquirir la titulación. Por tanto, es un profesional de la cirugía con conocimientos específicos en estética.
Un médico sin especialidad quirúrgica no puede pretender realizar procedimientos quirúrgicos con la misma experiencia y seguridad que un cirujano que lleva 5 años formándose cada día para ello. Por otra parte, un cirujano que no sea cirujano plástico, aunque esté formado 5 años en cirugía, tampoco puede realizar procedimientos estéticos con la misma seguridad y experiencia que un cirujano plástico que sí se ha formado para ello. Por tanto, es evidente que, si se busca la mayor seguridad posible, la elección es clara.
Actualmente existen múltiples titulaciones inventadas de un fin de semana o un par de semanas, que dotan al profesional de un titulo para realizar procedimientos estéticos, pero dichos cursos ni están impartidos por cirujanos plásticos, ni podrán nunca sustituir una formación continua de 5 años. Por tanto, no dotan de conocimientos reales a los profesionales que los adquieren, que solo quieren la titulación para obtener cierto respaldo legal y comercial. Estos cursos y títulos generan en el paciente una falsa sensación de seguridad y le confunden. Aquí se sirve la desgracia.
La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética “SECPRE”, una de las sociedades con más prestigio a nivel internacional, engloba solo a especialistas en cirugía plástica, garantizando que el médico perteneciente, tendrá la titulación oficial y por tanto una formación especifica para realizar procedimientos estéticos. Llevamos tiempo luchando para que los procedimientos quirúrgicos estéticos estén más restringidos y controlados por la legislación.
Mientras que ese momento llegue, cuando un paciente decida someterse a un procedimiento de cirugía estética, lo primero que debería hacer es obtener información sobre el procedimiento y elegir al profesional correcto.
Para la obtención de la información, se deben utilizar sitios contrastados con información fidedigna como pueden ser la página web de la SECPRE. Así mismo, para elegir al profesional se deberá consultar en el colegio de médicos de su provincia, la titulación del cirujano. También puede cotejarlo entrando en la página web de la SECPRE (https://secpre.org/pacientes) donde encontrara el listado de cirujanos plásticos españoles.
Una vez comprobada la titulación, el paciente debe valorar el perfil del cirujano, ver sus resultados, acudir a consulta para ser valorado y conocer al profesional, aclarar todas las dudas sobre el procedimiento, comprobar si es un candidato idóneo para la cirugía prevista, saber donde será intervenido y conocer al equipo, entre otras muchas cuestiones.
Evidentemente toda cirugía estética comporta cierto riesgo, pero ponerse en manos del profesional más adecuado para dicho procedimiento, que tenga una base ética sólida con experiencia contrastada y por encima de todo, valore la seguridad del paciente, es la mejor manera de minimizar la posibilidad de que ocurran desgracias u obtener malos resultados.
Eviten ofertas, situaciones turbias y sobretodo hagan caso a la lógica y sigan estos sencillos consejos. Espero que sirvan para evitar futuras desgracias.
Excelente artículo Doctor sobre todo porque cuando te vas a someter a una cirugía tienes que informarte bien ya que no es ninguna broma…y muy importante ver las opiniones de los pacientes…no me equivoqué al elegirlo a usted..¡¡ Gracias!!
Gracias por apreciarlo y por tu confianza.
Todo muy bien explicado, gracias por compartir y advertir. Saludos
Gracias por visitar nuestra web e informarse.
Muy buen artículo doctor no podía ser menos viniendo de un gran profesional como tú mil gracias siempre por ser el mejor para sus pacientes
Gracias por apreciarlo.
Sencillamente extraordinario artículo,súper interesante,muy informativo.Gracias
Gracias a usted por leerlo.
De antemano, mi más sentido pésame para la familia de la chica fallecida.
Me parece correctisimo, lo escrito en el blog, desconozco la legislación, pero si reconozco que los pacientes debemos de informarnos del profesional que uno elige y ser consciente de hacer riguroso caso de sus consejos y siempre sabiendo que las cirugías tienen riesgos, pero si tienes un buen profesional al lado, con experiencia y ética, sabrá buscar una solución. No sentirse solo/a es muy importante y necesario. Es cierto que los intrusismo en nuestro país en muchos campos tristemente están en vacíos legales, y debemos llegar a tristes noticias para reflexionar y solicitar cambios. Pero me complace ver que un profesional se pronuncie sobre el tema. Si, hay que informarse , asegurarnos de la calidad del equipo, confiando pero siendo parte proactiva de la intervención. Y dudar de las “GANGAS” en cuestiones de salud.
Gracias por tu comentario Montserrat.