Si estás buscando recuperar la firmeza de tu piel pero no quieres someterte a una intervención quirúrgica, vas a querer seguir leyendo.
Para empezar echemos mano de la teoría: “se llama lipólisis a la destrucción del tejido graso, en este caso con calor que produce además la retracción de los tejidos”. Ahora bien, ¿cómo podría conseguirse esto?
La clave está en la aplicación de un sistema de radiofrecuencia interna que calienta los tejidos hasta una temperatura que genera la contracción de los septos fibrosos de colágeno y destruye la grasa, disminuyendo así la laxitud cutánea y el volumen. Dicho de otra forma, produce un retensado de la piel, disminuyendo su flaccidez y mejorando la silueta.
No quiero decir con esto que la cirugía vaya a ser sustituida, pero sí que con esta técnica ampliamos el abanico de tratamientos y opciones que podemos ofrecer a nuestros pacientes.
Pero ¿para qué tipo de pieles está indicado el uso de este procedimiento? Si el paciente tiene un buen tono de piel, es decir, una piel firme y elástica, esta técnica no tendría indicación. Tampoco la tendrían pacientes con una muy mala calidad de piel. Así que este proceso quedaría reservado para aquellos que tengan una piel con cierto descolgamiento o flaccidez.
La calidad de los tejidos del paciente es por tanto la característica fundamental que determinará el uso de esta técnica y el resultado final. Así pues, cuanto peor sea, menor será el grado de retracción que se obtenga, por lo que se deberá discutir en cada caso, cuál es la expectativa del paciente y cuál será la mejora aportada por este tratamiento.
Este novedoso método, se presenta en dos modalidades para su aplicación:
- Cánulas. En este caso se aplica el calor de forma interna a través de finas cánulas metálicas,similares a las utilizadas en la liposucción. Requiere el uso de anestesia local o general, dependiendo de laextensión de la zona a tratar.
- Radiofrecuencia fraccionada con microagujas. Para este proceso se usa un dispositivo externo, similar al de una pistola, con un cabezal con múltiples microagujas que se aplican sobre la piel, depositando el calor a la profundidad seleccionada. Requiere de la aplicación de anestésicos en crema.
Las indicaciones principales abarcan un amplio espectro, pero se pueden resumir en las siguientes:
- Retracción de la piel con cierta flaccidez en procedimientos de lipoescultura, para mejorar la adaptación de la piel a la nueva silueta del paciente.
- Reducir la flaccidez de la piel tras los partos o los adelgazamientos, en pacientes que no tienen un exceso de grasa.
- Retensar los tejidos de la cara, el cuello u otras partes del cuerpo que se han descolgado como consecuencia del proceso del envejecimiento.
Gracias a la colaboración con HPS Hospitales, contamos con la primera plataforma de esta tecnología en Canarias, por lo que se abre así pues un nuevo horizonte con nuevas opciones de tratamiento para todo ese grupo de pacientes a los que antes solo podíamos ofrecer una cirugía, pero también para pacientes que buscan tratamientos menos invasivos y con un menor tiempo de recuperación.