DEFINICIÓN

El lipedema es un síndrome en el que se produce el acúmulo de tejido graso sin una causa conocida en las extremidades, afectando sobre todo a las mujeres. Puede afectar tanto a las extremidades inferiores con acúmulo de tejido graso desde las caderas hasta los pies, como a las extremidades superiores acumulando tejido graso desde los hombros hasta las manos.

Estos depósitos desproporcionados de tejido graso, generan no sólo una alteración estética en la paciente, sino que generan una importante disminución de la calidad de vida de la paciente, pues se acompaña de dolor e hipersensibilidad en las zonas afectadas (a diferencia del sobrepeso o la obesidad que no duelen o afectan la sensibilidad de la piel), facilidad para la aparición de morados debido a la fragilidad de los vasos sanguíneos, sensación de pesadez y aparición progresiva de linfedema (alteración del drenaje linfático).

El lipedema no se asocia al sobrepeso, ni tampoco mejora con dieta y deporte, pues son depósitos grasos que responden más a una causa genética. De hecho, es habitual, que alguna pariente de la paciente presente algún grado de lipedema.

Las zonas afectadas por lipedema presentan una alteración de la piel, siendo ésta al tacto nodulosa y algo más firme que en las demás zonas del cuerpo. Además es característico que al pellizcar suavemente dicha zona, se genere dolor, no así en el resto de la piel no lipedematosa.

El patrón de depósitos de graso es característico y no afecta a manos ni pies, a diferencia del linfedema que produce un aumento generalizado de las extremidades por mal drenaje linfático. Suelen confundirse ampliamente ambas enfermedades, lo cual puede acarrear retrasos en el diagnóstico y un mal tratamiento. El lipedema es bilateral y simétrico, mientras que el linfedema suele afectar un solo lado.

Se ha observado cierto grado de asociación entre el lipedema y otras enfermedades como las migrañas y la depresión. Posiblemente exista una causa emocional entre ellas, pues se ha apreciado mucha mejoría en ambas entidades, tras la cirugía del lipedema.

Por otro lado, tras el tratamiento del lipedema, disminuye los síntomas como el dolor, la aparición de morados y la hipersensibilidad, pero también disminuye la necesidad de utilizar otras terapias como la presoterapia y los drenajes linfáticos. La mejora en la calidad de vida de las pacientes con lipedema tras la cirugía es llamativa, no sólo desde el punto de vista de su autoestima, sino funcionalmente.

INDICACIONES

Para que un paciente con lipedema se  considere apto para cirugía, debe cumplir los siguientes requisitos:

  • Confirmar el diagnóstico mediante la exploración física, la historia clínica y prueba de imagen.
  • Descartar presencia de linfedema.
  • Haber realizado masaje de drenaje linfático más de 6 meses sin mejoría
  • Haber utilizado medias de compresión fuertes más de 6 meses sin mejoría.
  • Condición médica estable.

PROCEDIMIENTO

El tejido graso se extrae mediante la succión que origina un aparato llamado liposuctor, este produce una presión negativa que será la que succione la grasa del cuerpo del paciente. Para ello, se introducen a través de diminutos orificios en la piel, que quedan muy escondidos, unas finas cánulas que serán el instrumento con el que el cirujano modele y extraiga la grasa en la cantidad y profundidad deseadas.

En el lipedema en concreto se recomiendan dos tipos de liposucción:

  • Liposucción asistida por potencia (Power Assited Liposuction o PAL): Se utiliza una cánula de liposucción motorizada, que facilita la extracción del tejido graso gracias a la vibración, pues separa la grasa de forma menos traumática, produciendo menos dolor e inflamación de los tejidos.
  • Liposucción asistida por agua (Water Assisted Liposuction o WAL): La cánula de liposucción infiltra agua a presión en los tejidos a la vez que aspira, esto separa el tejido graso de una forma menos traumática, facilitando su extracción, a la vez que disminuye el sangrado.

Actualmente no hay ningún estudio que demuestra la superioridad de una técnica de liposucción sobre la otra, por lo que es valido usar cualquiera de las dos.

Una vez terminada la liposucción, dichos orificios se cierran, dejando una cicatriz apenas imperceptible, por lo que apenas se podrán notar marcas de la cirugía en el futuro. Se procede a poner las prendas de presoterapia para disminuir el sangrado y mejorar la readaptación de la piel.

PROFESIONALES

La realización de este tipo de intervención debe realizarla un cirujano plástico con experiencia en cirugía de liposucción, pues se realizará en zonas complejas.

INSTALACIONES

Este tipo de intervención debe realizarse en un hospital que cumpla con todos los requisitos sanitarios. Además de contar con una unidad de cuidados intensivos. La cirugía plástica es una cirugía muy reglada y con pocas complicaciones, pero en caso de que estás pudieran aparecer, es imprescindible contar con el soporte de un buen hospital. De ahí que las cirugías low-cost ahorren en esto y se realicen en clínicas pequeñas en las que estas condiciones de seguridad no están cubiertas.

El Dr. Ospina es plenamente consciente de ello y por eso realiza todas sus cirugías en los quirófanos de Hospitales San Roque, pues le aporta ese plus de seguridad que quiere para sus pacientes.

CUIDADOS

Tras la intervención es habitual y completamente normal que el paciente sienta una sensación de agujetas y molestias por todas las zonas intervenidas, esto suele normalizarse pasados unos 3 días. Por otra parte, es habitual que se produzca la salida de líquido inflamatorio a través de los pequeños orificios utilizados para extraer la grasa, esto puede durar varios días y es completamente normal y deseable.

El paciente simplemente debe mantener las pequeñas heridas limpias y tomar la medicación pautada en el momento del alta hospitalaria.

Es fundamental la utilización de prendas de compresión desde el principio, dicha compresión ayudará a disminuir el sangrado y la inflamación postoperatorios, así como ayudará a retraer mejor la piel.

RECUPERACIÓN

Para la reincorporación a la vida habitual, solo son necesarios unos 7 días, sin embargo se deberá continuar utilizando las prendas de compresión a lo largo de los primeros meses según el caso. Por otro lado, tras la cirugía el paciente debe comenzar un protocolo de terapias que se le explicará y entregará al paciente antes de la intervención. También requiere la readaptación de sus hábitos nutricionales y deportivos, que se reintroducirán de forma progresiva a partir de las primeras semanas.

RESULTADOS

Lo que se busca principalmente es disminuir la hipersensibilidad y dolor en la zona lipedematosa, así como mejorar el contorno de la paciente. Aunque ya se aprecia la diferencia notablemente tras la cirugía en el cuerpo de la paciente, los primeros días se produce un proceso inflamatorio de la piel y los tejidos que causa el acumulo de líquido dentro de la zona intervenida. Por ello durante los primeros dos meses, se produce un proceso progresivo de eliminación de la inflamación, que hace que el resultado vaya viéndose poco a poco. Pasados los dos meses ya se aprecia una gran diferencia, pero continuará evolucionando hasta pasados 6 meses.

Dependiendo el grado de lipedema que presente la paciente y la cantidad de tejido graso, pueden ser necesarias varias sesiones de liposucción.

COMPLICACIONES

La liposucción no es una cirugía en la que existan grandes despegamientos o cicatrices, por lo que su recuperación es más rápida que otras cirugías estéticas. Sin embargo, a pesar de tener fama de ser una cirugía “menos agresiva”, puede entrañar riesgos que pueden ser graves sino se tiene la adecuada formación y experiencia. De cara a evitarlas, el cirujano debe estar altamente cualificado, operar en centros homologados y utilizar el material e instrumental adecuado y debidamente esterilizado.

Otro tipo de complicación, leve pero más habitual, suelen ser las asimetrías o irregularidades en la piel, producidas por la mala aplicación de la técnica, que se ha realizado de forma muy superficial, de forma muy traumática o de forma inadecuada. Esto genera que la piel quede flácida y con ondulaciones, que suelen ser muy difíciles de corregir. No revierte gravedad en la salud del paciente, pero si afecta de forma muy negativa al resultado estético de la cirugía.